Un pensierino sobre esta miniserie (Disney+).
No estaba seguro si salirme del tiesto y comentar esta obra; no suelo hacer crítica cinematográfica… Lo haré. ¿Por qué? Porque esta serie es una expresión cierta de aquel refrán: “entre veras y bromas, la verdad asoma”. Y con gracia se dicen algunas interesantes verdades.
Estaba estos días buscando una serie para despejarme un poco. Algo que no fuera nada policíaco -no me gusta el género-, prefiero ver algo con humor (ya que pierdo el tiempo, por lo menos que me ría). En twiter recomendaron vivamente este título. Y me puse a verla.
Producto fino. Para empezar el narrador es Robert de Niro. Luis Brandoni -un grande del panorama cinematográfico argentino- es el protagonista.
Deliciosa. Inteligente: el guion dice cosas interesantes. Cotidiana. Sencilla, nada histriónica. Con un personaje que representa "el hombre que está de vuelta"… pero que se convierte. Es redimido.
Entre escenas diarias, contadas con humor y regadas con referencias al mundo culinario -él es crítico gastronómico-, se va perfilando el personaje: un viejo cascarrabias, incapaz de amar y dejarse amar… pero… el amor transforma el mundo; transforma a las personas. Aquí, transforma a Manuel Tamayo Prats: “el triunfo de lo ordinario sobre la banalidad”. El darse cuenta de que lo importante está cerca; en las personas que nos rodean.
Manuel, en el último capítulo manda un mensaje. Es como su testamento. Reconoce que ante la posibilidad de morir todo lo que le parecía importante y trascendente “ahora parece una estupidez”.
Una sola cosa nos quiere dejar como legado: “Dejen vivir y no rompan las pelotas”… -sentencia Tamayo Prats.
Quizás no se le puede pedir más a un cínico, ateo, de vuelta de todo. Quizás no se le puede pedir más a una comedia; tal vez no se le deba pedir más a una comedia. Pero, ¡que queréis!, me supo a poco como “mensaje culmen”. Incluso alguien sin Dios es capaz de querer aportar algo de luz a este mundo… y no te digo ya los que tenemos fe: ¡podemos hacer tanto bien! Ojalá seamos más ambiciosos que nuestro buen Manuel Tamayo Prats, al menos en esto.
Con todo, la serie merece la pena. Como alguna argentina más que he visto… Pienso que disfrutaréis.
¡Que descanséis!
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